No había probado hasta el momento este postre, y debería haberlo hecho antes. Me han encantado. La textura me ha parecido increíble: suave y sedosa, pero no tan suelta como las natillas, con más cuerpo. Y el sabor es una delicia: avellanas y chocolate, una de las mejores mezclas que hay.
Si sumamos a todo esto que son fáciles y rápidos de hacer, y que las medidas que os doy son justo para dos personas, creo que los potecitos en cuestión se convierten en un postre genial para una cena romántica.
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
(receta adaptada de la web coup de pouce)
- 60 gr de chocolate negro en trocitos
- 125 ml de nata
- 2 yemas de huevo
- 25 gr de azúcar
- 10 ml de licor de avellana (opcional)*
* En vez de utilizar Frangelico, podemos usar el licor que más nos guste: baileys, ron, o lo que queramos. O simplemente prescindir de él.
Batimos las yemas con el azúcar, y reservamos.
Calentamos la nata, antes de que rompa a hervir retiramos del fuego y añadimos el chocolate. Removemos hasta que esté totalmente integrado.
Vertemos 1/3 de la mezcla de chocolate sobre la de yemas, y removemos hasta que esté bien mezclado. Añadimos esta crema al resto del chocolate, junto con el licor, y mezclamos bien.
Echamos la crema en los moldes escogidos (usé las cazuelitas que vienen con la fondeu, podemos usar cualquier cazuelita pequeña o taza pequeña que tengamos. Estas miden 7.5 cm de diámetro).
Ponemos los moldes al baño maría, de modo que les llegue el agua por la mitad. Y los horneamos, con el horno precalentado a 160º, durante 20 minutos, o hasta que veamos que los bordes están sólidos, y el centro se balancea un poco, como un flan poco hecho.
Después los dejamos enfriar, y los dejamos reposar en la nevera hasta que estén bien fríos, yo los dejé toda la noche.
Podemos decorarlos con nata montada, les queda estupendamente bien.
Espero que os gusten!!