La cosa es que me era imposible escribirlo bien. Desde calfouti, a calfuti, pasando por clafoti... no había manera de que me aprendiera el nombre del dichoso postre (llegados a este punto debéis pensar que padezco un pequeño grado de dislexia... es muy posible, si). Así que he hecho lo mismo que hago cuando aprendo una nueva palabra imposible en alemán: papel, lápiz, y escribir el nombre cincuenta veces; si media hora después consigo escribirlo bien, ha funcionado. Si no, otras cincuenta veces.
Y bueno...después de tanto esfuerzo ahora me sale de perlas: CLAFOUTI. Veis qué maravilla?? Todas sus letras, y en su orden correcto.
Y a parte del nombrecito en cuestión, estaba el tema de la receta: millones de recetas en internet; y cada una con unas proporciones distintas...Así que he hecho tres pruebas, y os voy a dejar la que he acabado haciendo yo a mi gusto, pero sentiros totalmente libre de añadir harina, quitar la almendra, substituir leche por nata, nata por leche... y de ponerle la fruta que os dé la gana (de hecho, parece ser que si lleva ciruelas no es clafouti, es flognarde... pero vamos a llamarlo clafouti, que bastante trabajo me ha costado aprendérmelo)
Las ciruelas son cortesía del árbol del jardín de mi amigo Boris. Gracias!! Quiero más!! Y limones!!
INGREDIENTES Y PREPARACIÓN
(para un molde de 20 cm de diámetro)
- 3 huevos
- 125 ml de nata
- 20 gr de mantequilla derretida
- 100 gr de azúcar
- 50 gr de harina
- 25 gr de almendra molida
- 75 ml de leche
- 2 albaricoques
- 10 ciruelas pequeñas
* Podéis usar la fruta que queráis, no es necesario que sean estan mismas.
La elaboración es mucho más fácil que recordar el nombre.
Enmantequillamos un molde redondo.
Espolvoreamos un par de cucharadas de azúcar sobre la base.
Pelamos (esto es opcional también, podéis simplemente lavarla muy bien) la fruta, y la cortamos en cachitos, y la colocamos sobre la base del molde.
En un bol colocamos los huevos, y batimos ligeramente.
Añadimos la nata, la mantequilla derretida, el azúcar, la harina y la almendra molida. Lo mezclamos todo bien hasta que esté perfectamente integrado.
Añadimos la leche, y mezclamos otra vez.
Lo vertemos sobre el molde preparado, y lo horneamos, con el horno precalentado a 190º, unos 35-40 minutos, que empiece a dorarse ligeramente por el borde.
Lo sacamos del horno, estará muy muy blandito. Lo dejamos templar dentro del molde unos 15 minutos al menos, y cuando esté más firmecito ya podemos desmoldarlo, o sacarlo directamente en el molde.
Podéis espolvorearlo con azúcar glass. Se prepara en un momentito y es un postre ligero y con fruta (ya sabéis que según mi opinión, si lleva fruta es sano), ideal para el verano.
Espero que os guste!!